EL EQUIPO
Buenos días peregrinos. Hoy voy a hablar sobre el equipo a llevar al Camino. Tan importante como una buena planificación es considerar el equipo a llevar. Diré, siempre a mi modesto entender, que no hay que llevar, más que lo necesario, lo cual es obvio, lo justo.. Ir sobrecargado nos pasará factura y nos sentiremos mal, atendiendo más al lastre que llevamos que a al Camino mismo, evitándonos disfrutar de la belleza del paisaje o de una iglesia, un riachuelo o una flor.
Comenzaré por la mochila. Hoy en día existe una amplia gama y variedad de mochilas en cualquier tienda de deportes o en grandes superficies. Igualmente, si buscas y comparas, como decía el famoso anuncio, las hay para todos los bolsillos. Lo que hay que tener es la habilidad de conjugar precio con calidad. Si consideramos un Camino, de al menos, siete días, para mí no debe tener una capacidad mayor de 40 litros. Siendo ordenados nos cabrá todo sin problemas.
Procura que sea cómoda, que abroche en cintura y pecho, lo cual hace que vayas más cómodo, y que transpire por la espalda. Si tiene bolsillos exteriores para el agua, la guía, etc., mejor que mejor. Aconsejo también que la mochila tenga funda que la proteja de la lluvia.
Esta sería un
mochila bastante aceptable para un Camino de siete días en adelante.
Insisto, buscad y comparad, tanto precio como calidades, seguro que encontráis una a vuestro gusto y medida.
¿Y que metemos en la mochila? Pues como decía al principio, solo lo justo y necesario. Os diré lo que echo yo y que cada uno y cada una vea sus necesidades.
Yo suelo llevar: Tres camisetas, una sudadera, una o dos mallas para evitar las rozaduras, chubasquero, dos pantalones desmontables, tres slips, tres pares de calcetines, una toalla mediana, un sombrero, gafas de sol, crema solar, bastones y algo de botiquín (paracetamol, agujas esterilizadas para las ampollas, betadine y tiritas), si os hace falta cualquier cosa, lo podréis comprar por el camino, y por supuesto un saco de dormir o manta térmica. En los distintos albergues hay lavadoras que se suele compartir con otro peregrino, para ello, llevar un saco de lavadora para que vuestra ropa no se mezcle con la de otro. También podéis vosotros mismos haceros vuestra colada llevando un pequeño bote de detergente de viaje y un cepillo pequeño para lavar.
A tener en cuenta, los
bastones. Son de una gran ayuda para las subidas o las bajadas que es donde más sufren las articulaciones, sobre todos las rodillas. Aconsejo que veáis algún tutorial sobre como se usan, pues aunque parece algo muy simple y que cualquiera sabe manejarlos, no es así. La mayoría, empezando por mí, hasta que aprendí, más que bastones que ayuden a caminar parece que llevamos dos palos colgando que lo que hacen es lo contrario, ser un peso que en vez de ayudarnos nos dificulta la marcha.
Los hay también de todas calidades y precios, de dos tramos, telescópicos etc.
Con el saco de dormir no os compliquéis, uno que se adapte al tiempo que haga cuando hagáis el Camino y que no abulte mucho.
Con esto lo dejamos por hoy, seguimos en contacto y por favor, si queréis y os apetece, escribid sobre vuestras experiencias y si tenéis algo que aportar, hacedlo que todos sigamos aprendiendo de todos.
Un saludo. Ultreia!